En la época de la corrupción, la impunidad y el hartazgo no hay mensaje político más eficaz y certero que el del gobierno abierto; mensaje que se construye, según teóricos como José Bautista sobre la transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, innovación tecnológica y co-creación.
En el proceso electoral en México 2016, el tema fue el combate a la corrupción y la impunidad, aunque los candidatos utilizaron el tema para difamarse y enfrascarse en la guerra sucia; el resultado de esa campaña electoral es la persecución del gobernador de Chihuahua, César Duarte y la detención de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz. La detención de Javier Duarte, ha puesto el tema de la corrupción en la agenda electoral 2017.
El combate a la corrupción es el discurso político que debe mantener una fuerte presencia en las próximas elecciones en México, según Parametría, los mexicanos evalúan al presidente Enrique Peña Nieto, de manera negativa en el combate a la corrupción, el 68% piensa que lo está haciendo mal o muy mal, solo el 13% afirma que es bien o muy bien.
El 79% de los mexicanos desconocen el nombre del Instituto Nación de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, el 79% afirma que la información del gobierno federal es oculta y difícil de conocer, 87% respecto a los gobiernos estatales y 85% respecto a los municipales. Por último, un dato revelador es que el 90% de los ciudadanos en México no saben presentar una solicitud de información.
En ese contexto, los candidatos y partidos políticos deben considerar como parte fundamental en su mensaje político, el combate a la corrupción, la transparencia, la participación ciudadana y la rendición de cuentas; en conclusión, el gobierno abierto. Se deben diseñar campañas que hablen por sí solos a favor de la transparencia, publicación de gastos, presupuesto, lenguaje transparente y sincero, actos de campaña que incentiven la participación ciudadana y erradicar prácticas corruptas: el nuevo discurso es el de gobierno abierto, los ciudadanos buscan nuevos modelos de gobernar y gobernantes que no sean corruptos, ofrecer lo contrario es luchar contra corriente.
